Despertar

"Comienza por comenzar"

- Meryl Streep

Mientras oscurece ve un nuevo amanecer. Tras las vendas caídas, las heridas empiezan su proceso de curación, haciendo más real una fortaleza que desde hace mucho desconocía en sí misma: da vuelta a la página, cambia el rumbo de su vida y esta vez se descubre fuera de la aflicción. El tiempo se encargará de poner todo en su lugar, mientras ella llena los huecos que quedan tras la partida.

"Es difícil despertar con la inquietud de un corazón acelerado", dice al viento que cruza los valles, "poner los pies en suelos conocidos, pero al mismo tiempo nunca antes vistos". Ya nada es como solía ser, porque la carne se pudre después de haber sido lastimada.

Pero nada es tan grave, porque ser doblada no es lo mismo que quebrarle. Resulta que hay una enorme diferencia entre no hacer nada y paralizarse, aunque en un momento pareció ser igual. Por suerte la tempestad no le rompió; pero de alguna forma deslavó la protección que daba por hecho, y se llevó parte de ella entre los escombros que dejaron expuestas sus entrañas y todo lo adverso. No hay armadura tan resistente a golpes que no son palpables; no hay escudo lo suficientemente grande para cubrir todo aquello que puede ser embestido. ¿Cómo explicar que el límite entre lo absurdo de un animal y lo racional es demasiado delgado?

Las voces son ásperas y la densidad del aire fastidia lo más recóndito de la sensibilidad. La lluvia cae y parece desgajarle. El agotamiento corrompe la fragancia de la perseverancia y la impotencia parece tomar todo a su paso en ratos de inconstancia.

"¿Qué es el castigo?", se pregunta entre sollozos y dolores inoportunos. En medio de tantas miradas, quisiera estar cegada, y recuperar esa cordura que a veces no parece la mejor de las respuestas.

Inepta, incompetente, incapaz, mañosa... Es la bestia que se atreve a romper el equilibrio en la naturaleza, ésa, falta de corazón, algún día se encontrará afónica en un recodo, tan miserable en el reverso de la crueldad, siendo indicio de que el mundo no para de girar.

La grotesca ausencia se corta de un tajo tras el sonido inconfundible que tira los cielos. La lluvia cae y limpiará del todo cada espacio que necesita sanar.