domingo, 15 de abril de 2012

circo

"Carecer de las cosas que uno desea es condición indispensable de la felicidad"
—Bertrand Russell




Que desde mi ventana, oigo las voces en las que se dibujan esos vacíos llenos de memoria; que las luces me cuentan, una a una, esas historias marchitas con el paso de la luna; que las barreras se levantan conforme avanza una noche que equivale a un sinfín de días como hoy, en un antes que daba rienda suelta a la penumbra, en un rincón.

Que en el batir incesante de las horas, se inhabilita el resultado adverso de fraguar sin ton ni son, para girar en torno de la seda de tus pasos impíos y funestos. Que hacerse pedazos en el orden correcto del adiós sea un freno a lo enérgico que fue el viento en la cara cuando sólo estábamos los dos. Que la composición de un simple sueño, marca el ritmo de un mañana que jamás se asomó, sino en algunos párrafos de idilios característicos de mi impertinente corazón.

A primera vista y ejecutando el capricho, el agua helada hizo su función. En calidad de llanto, mi inconsciente te dijo adiós. Y cuando el frío deriva en decepción, no hay mano que arroje al viento venturanzas de un pasado que, vagando ociosa, me conduzca a vislumbrar los primeros rayos de un nuevo sol.

miércoles, 11 de abril de 2012

viendo mal

que me he cansado del berrinche eterno, de ser una princesita sin quererlo realmente.
que estoy harta de ser a veces una niña, a veces una anciana, pero nunca una mujer completa.
que no soporto ya, tragarme lo que siento y lo que pienso por sentir tanto miedo irracional.
que se me desbordan las emociones, porque sólo las guardo y no sé compartir nada con los demás.
que se me reviente la soledad en lágrimas para que la vida no me deje respirar, sólo de vez en cuando.
que me crea ilusiones que no me pertenecen, ni me corresponden, ni están en mis manos.
que dé por echo y confíe sin creer realmente.
que me anticipe a un final innecesario, para hacerlo realidad antes de que se me rompa algo.
que no deje que la gente entre realmente, porque si lo hacen, puede ser fantástico o pueden doler más de lo que se puede soportar.
que llamo la atención y cuando la tengo, no sé que hacer con ella y huyo, siempre huyo, porque no sé lidiar conmigo misma, porque cuando alguien te conoce realmente te puede lastimar.
que soy más perdedora de lo que la mayoría podría creer y por eso, casi siempre, logro alejar mejor en lugar de dejar que entren de verdad...

martes, 10 de abril de 2012

¿verdad?

... se te olvidó mencionar, que no importaría que yo estuviera ahí, eres tan cambiante como la luna y tan iracundo como el mar...

lunes, 9 de abril de 2012

nomás, por no dejar

"Cuando dos personas que se quieren chocan, no se mezclan: se rompen"
—André Breton

Déjame informarte que no eran necesarias tantas palabras para romperme el corazón.

Se me va la vida, un poquito más con cada parpadeo, se me va.

Tú no sabes lo que es amar, ¿a quién crees que engañas? Y me siento atada, porque siento que ando rondando tu cabeza, aunque sea de vez en cuando. Me pides que te deje ir, sin decírmelo realmente, pero eres tú el que me mantiene ahí, contigo.

Y qué triste, porque serás tú quien tenga que lidiar con una habitación vacía que te hablará de mí; serás tú quien pase por cada esquina y encuentre algo que le recuerde que estuve ahí, contigo. Serás tú quien escuche los ecos ahí atorados en tu casa, entre tus sábanas, en tu cuerpo, en tu alma. Serás tú quien escuche un "te amo" hueco en medio de la noche que no acaba, serás tú quien no pueda lidiar con la ventana sin cortinas. Serás tú quien no pueda con su conciencia, porque tú quisiste que te quisiera. Serás tú quien no consiga dejar de soñar con mis tonterías, porque fuiste tú quien así como si nada, me dejó en pedacitos de repente la vida.

Júzgame lo que quieras, pero de tus ataduras a las mías, mis nudos están más sencillos de deshacer, porque quiero, porque estoy aprendiendo a enfrentar el miedo que me ha dejado lisiada ante la belleza dinámica de la vida.

Que triste pretender darme la espalda y seguir mirando de reojo, y más triste aún que yo tan decidida a seguir caminando sin voltear la vista, se me olvide que jamás necesitamos los ojos para hablar, hasta que de repente, fue más el ruido imperceptible de tu miedo lo que imperó en medio de los días sin palabras que perdían el sentido.

¿Que me contaras cómo te ha ido? ¿Para qué? 

viernes, 6 de abril de 2012

Cinco de cuatro

Tipo el amor más grande, ese que nunca pasó.

Y juras tú, mi amor, que cuando me preguntas cómo estoy te he de contestar que me lleva el diablo, que te extraño como nunca he extrañado, que quiero abrazarte y sentir tus besos como antes, como cuando solía importarte; que no soy capaz de pensar en nada que no esté relacionado contigo.

Has de pensar que se me acabó la vida en tu arquetipo, que me desvivo tratando de arrancar tus huellas en mi piel, que tu aroma es necio y no se aleja de mis sentidos. Seguro querrás escuchar que mis latidos se mueren si no está tu pecho contra le mío y que no he olvidado todo lo que habíamos prometido.

Seguro crees que por las noches no puedo dormir, seguro crees que se me dificulta vivir sin todo a lo que sólo tú le dabas sentido. Seguro te has comprado la idea de que no puedo sonreír sin tu cariño, sin tu roce, sin tu amor, sin las madrugadas que me dejaban sin aliento en medio de un éxtasis casi sombrío.

Pensarás que para mí todo es insípido y te habrás comprado también la idea de que no sé andar si no es por tu camino; que me duele tenerte todo el tiempo en mi mente y que mi vida no es la misma desde que dejaste todo a la suerte. Que es llano mi vivir frente al recuerdo y que se me va la vida en esperar tu regreso. Que la hervencia es más viable ante embalumbrar mi corazón inseguro con esperanzas inocuas que destazan mis días, mis ayeres, mis mañanas, mis placeres.

Mis pensamientos pueriles me azogan, al punto de cercenar lo poco avanzado tras la luna oculta: debiste terminar de irte cuando el último haz de luz partió tras la bruma.

Fuiste brindis de un rato y me dejaste, en la cachada del despojo, a un corazón que simplemente, para tí, quiso darlo todo. Sólo puedo ya seducirte más allá de mis sueños, donde ni te enteras, ni te importa, ni te integras.

Y no, mi amor, no te diré lo que quieres escuchar, no hoy.

Y sí, mi amor, tu boca podrá decir lo que sea, pero tus ojos fijos revelan, con el aire fresco en la solapa de tu orgullo, que tus trincheras se caen, gritando en un aislado abrazo prolongado, en lo fútil del mundo al rededor, que todo en tí, me extraña tanto como yo a tí.

martes, 3 de abril de 2012

Basta

Así es, amigos míos. Otro "tres" al bolsillo del olvido y de lo que ya no tiene fundamento. Y tras 17 días de ausencia, aún me preguntan por él, y contestan mejor mis lágrimas que las palabras atoradas.
"No lo sé".
Que se me parta todo por dentro mientras no hallo la forma de comprender absolutamente nada.
Nosotros los que hemos estado más allá del sufrimiento, no queremos saber más de él de nuevo y parece, irónicamente, que disfrutamos su persecución absurda.
¿Dónde habrá quedado mi receta para los efectos secundarios de la miseria ajena?
Es que la sabiduría sólo calma a aquellos capaces de dominar su propio corazón. Nosotros los mortales inestables, nos pasamos la sabiduría por el arco del triunfo, no escuchamos cuando el volumen del dolor es más alto.
Supongo que es hora de abrazar de nuevo la soledad, esa que huye cuando el corazón late muy rápido y sudan las manos y uno se da cuenta que está enamorado.
Supongo que es hora de bajarle varias rayitas a mi drama.
Supongo que es hora de seguir adelante.